La intervención del perito informático en los contratos de escrow
En este post quiero analizar el papel que puede desempeñar el perito informático en un contrato de escrow. Para comenzar, vamos a definir en qué consisten este tipo de contratos.
El contrato de escrow o “depósito de código fuente” es el contrato mediante el cual una empresa desarrolladora de software y un cliente acuerdan depositar en un tercero de confianza (habitualmente un notario), el código fuente de un determinado programa informático creado por la empresa desarrolla para su cliente por encargo de éste, regulándose mediante el citado contrato los supuestos en los que las partes podrán acceder a dicho código fuente a través del depositario.
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Ventajas del escrow para los clientes
Una empresa que desea contratar el desarrollo de un software a medida debe tener una gran confianza en el desarrollador al que solicita sus trabajos, ya que deberá ir realizando una serie de pagos antes de recibir el producto final. Estos pagos suelen asociarse a fases o hitos del desarrollo, pero pese que estas fases o hitos sean verificables, el cliente nunca recibe el código fuente hasta completar totalmente el desarrollo.
En muchos casos, se realizan desembolsos de hasta un 70-80% del coste total del software o servicio contratado, asumiendo el riesgo de que hasta el final no se va a tener una solución o producto completo.
Si se realiza un contrato de escrow, el cliente debe abonar el importe total del proyecto por adelantado, quedando dicho dinero retenido por el tercero de confianza hasta que el desarrollo (o el trabajo en general) sea entregado. Si por algún motivo dicha entrega no se realiza de forma satisfactoria, el dinero le será devuelto, minimizando así los riesgos de este tipo de inversiones, que en muchas ocasiones resultan muy costosas.
Ventajas del escrow para los desarrolladores de software
Cuando se contrata los servicios de un desarrollador para la realización de un software, el código fuente del desarrollo realizado es la única garantía con la que cuenta el desarrollador a la hora de reclamar el pago por sus servicios.
Es habitual que en estos casos se establezcan una serie de pagos a lo largo del proyecto, que se van liberando a cambio de entregas parciales del desarrollo. Esto también es aplicable a otro tipo de trabajos “freelance” o incluso a trabajos contratados con empresas en otros países.
La ventaja del escrow frente a los contratos convencionales es que permite que los desarrolladores trabajen con la tranquilidad de que cuando entreguen el código fuente desarrollado, no habrá problema alguno a la hora de cobrar por su trabajo.
Además, los términos del contrato permiten definir claramente qué es lo que debe entregarse por parte del desarrollador: Documentación, soportes físicos, modelos de bases de datos, etc…
El papel del perito informático en el contrato de escrow
El tercero de confianza que habitualmente es utilizado en este tipo de contratos es el notario, por su condición innata de fedatario público.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que los notarios habitualmente no tienen los conocimientos necesarios para validar el correcto cumplimiento de un contrato de escrow. Por ejemplo, un notario no tiene la capacidad para analizar si lo que se entrega por parte del desarrollador de software realmente se trata del código fuente de la aplicación realizada, ni puede verificar que dicho código esté completo y totalmente funcional.
Aquí es donde la figura del perito informático tiene cabida. El perito informático es el profesional que cuenta con la cualificación necesaria para analizar el correcto cumplimiento de un contrato de escrow, en lo que a su vertiente técnica se refiere.
El perito informático podrá analizar el código fuente, la documentación, las bases de datos y cualquier otra condición técnica que esté establecida en el contrato. Dado que se trata de un profesional independiente, el perito realizará un informe que resultará vinculante a la hora de determinar el correcto cumplimiento del contrato de escrow.
Como perito informático judicial, en algunas ocasiones mi informe ha servido para determinar la correcta ejecución de una sentencia judicial, en aspectos puramente técnicos en los que las partes en litigio no llegaban a un acuerdo.
Esta capacidad, trasladada a los contratos de escrow considero que debería ser tenida en cuenta por las partes, con el objetivo de garantizar la seguridad jurídica del contrato, evitando así posibles reclamaciones judiciales posteriores.