Os voy a contar un caso práctico “basado en hechos reales”. Lo hago para que aquellos que os estéis iniciando en la realización de trabajos de peritaje podáis haceros una idea de lo que os podéis encontrar. Intentaré publicar mas posts como este cuando me sea posible. Como es lógico, omitiré detalles y cualquier tipo de dato identificativo.
Contenidos
Detalles del Caso
En este caso, actué como perito judicial, y como ocurre en el 99% de los casos, la información que tienes antes de aceptar el cargo es “escasa” o prácticamente nula. En este caso, una de las partes había presentado unos listados de información contable como prueba de un posible delito, y se había solicitado un informe pericial a un perito contable. Dicho perito contable ponía en duda la autenticidad de los datos presentados, y solicitaba que un Perito Informático fuera el que se encargara de verificar que los datos presentados en papel coincidían con la realidad.
Con esta poca información, supuse que el tema podría resolverse accediendo al software de gestión empresarial o gestión contable, y desde ahí obtener una copia de los datos de facturación para contrastarlos con los listados, por lo que me decidí a aceptar el cargo.
El primer problema fue conseguir localizar dónde estaba el sistema informático del que supuestamente se habrían generado los listados presentados. Me puse en contacto tanto con el abogado como con el procurador de la parte que presentaba estas pruebas, y tardaron varias semanas en responderme. Por lo que me comentaron esto era una demanda presentada hace varios años, y ya ni se acordaban demasiado de sobre qué iba. Finalmente me pasaron los datos de la persona que puso la demanda.
Sabemos que la justicia tiene sus plazos, pero en cuestiones relacionadas con la informática, todos sabemos que los datos son muy volátiles, por lo que hay muchos casos en que el factor “tiempo” puede jugar en contra de la propia acción de la justicia. Lo entenderéis más adelante…
Cuando contacté con esta persona, resulta que ya no ostentaba el cargo en función del cual puso la demanda y estaba totalmente desvinculado ya del tema. Es decir, que ya no tenía acceso alguno a la información que yo estaba buscando, y me remitió a la persona que actualmente ostentaba dicho cargo.
Conseguí finalmente localizar a esta persona (no sin varias llamadas de por medio, diciendo que llamaba de parte del Juzgado para que me hicieran un poco de caso), y esta persona no tenía constancia alguna de la demanda presentada por el anterior responsable. Le pedí que por favor se pusiera en contacto con el anterior responsable para que por favor aclararan el asunto, porque si no me daban información, tendría que solicitarla a través del propio juzgado.
Tras otra espera, y cuando ya estaba preparando un escrito para el juzgado, se pusieron en contacto conmigo, y me dijeron que el ordenador que tenía esa contabilidad ya no estaba disponible, y que había sido formateado en varias ocasiones.
Ante esto, no me quedó otro remedio que realizar un informe indicando todas las investigaciones realizadas para llegar a la conclusión que la fuente original de los datos había sido destruida, por lo que era imposible obtener los ficheros originales de la contabilidad, tal y como me solicitaban.
Conclusiones
La moraleja de todo este asunto sería algo así como “si pones una denuncia, por favor, conserva las pruebas”. En este caso, pensaron que la simple presentación de unas facturas y listados contables en papel sería suficiente para sustentar la denuncia, y debido a cambios internos de la entidad que demandaba, el tema quedó en una especie de limbo, y se olvidaron de esta denuncia. Al solicitar los ficheros originales y no poder ser obtenidos por mi parte, la denuncia tuvo que ser archivada.
Cualquier cosa, estoy a vuestra disposición.
Un saludo. Pablo.